En discusión con mi cuerpo

Estando yo desentendido con toda mi materia, he murmurado con mi cuerpo y me ha dicho que en lo amplio de todo sus elementos han sucedido monumentales expresiones; que no le importa que nuestros sentimientos cercanos se hayan dispersado en el horizonte lejano, y que vaya en tu búsqueda sin importarme el pasado. Escudriñando sus peticiones he notado que avanzó nuevamente en mis recuerdos tu primera sonrisa que contemplaron mis ojos relucientes, que ascendió una inmensa sensación en la corteza de mi alma rememorando el tierno ronroneo de tus labios en mis labios, y que mi piel hizo alusión al roce de tus suaves manos.

Me confesó que mis luceros a gritos pidieron apreciar tu piel canela, y que cada uno de mis átomos te siguen venerando. Bruscamente me ha hecho saber que cada parte de mi ser endeble busca tu lenguaje sensato, que mi corazón ha indagado si tengo aún ocasión de albergar tus pasiones fugitivas. Analizando pieza por pieza, parte de mi inteligencia interpretó que habitas en la raíces de mis entrañas y que eres dueña de cada una de ellas. Las facciones de mi mente se vislumbran lentamente ante estas declaraciones valientes, pues nada mas a mi cuerpo queda decirle: Que mejor iré a buscarla y a rescatar mi existencia para volver a tener un objetivo voraz y boyante.