La distancia

Quiero, que de mi pasado te disuelvas, y que el eco de tu recuerdo,

se apagué como mis latidos ausentes.

Toma un viaje a tren, y llévate las cenizas de mi amor peregrino,

entiérrame para que no vuelva arder un fuego repentino, 

desentierra un nuevo amanecer, y vive sonriendo como lo sabes hacer.

La distancia, dueña de la batalla, tomó prisionero a mi corazón enfermo,
aliada es de la lejanía de tus pasos, y consejera es de tu olvido rápido.

Vi morir..

Vi morir a mi amor, caminaba sola, bajo la lluvia melancólica,

en el frío atardecer de agosto, sin rumbo alguno, pero caminaba sola..

Supe que ya no latía ese amor, vi cuando recorría cada esquina, esquina que daba vida al recuerdo nuestro, 

esquina que ella evitaba pisar, ahí en donde mi abrazo era mágicamente suyo,

comprendí que mi amor decidió borrar las marcas impresas de esos besos que alguna vez fueron eternos,

Sin detener su meta, seguía viajando con su tenue paso, débil pero muy firme, y aquel amor que alguna vez tentó al destino,

ahora encontró varios caminos que se abrieron delante suyo, y aunque ninguna sea la senda que la lleve hasta mi, sé, que encontrara con su destino, la razón de sus anhelos, y la vida que entienda su forma de pensar.

Que el cielo la eleve conforme sus deseos, y también la ayude a soportar bajo sus hombros
la adversa travesía que le espera.

Quisiera

Quisiera no sentir la soledad de mi corazón,
quisiera poder abrazarme de ti, como tiempo atrás, cuando eras tangible,
quisiera derrumbar la pared que nos detiene y también abrir las puertas que nos dividen.

Quisiera que la briza cure el desamor, que el viento lleve mi dolor,
quisiera volar hasta tu encuentro y disipar las lagrimas que descienden de mis mejillas,
taciturnas pero dolorosas, ahogadas en tu silencio,

Quisiera tocar tu alma con solo mirarte, bueno, por lo menos quisiera mirarte..
quisiera sentir las noches frías, porque ni eso siento,
quisiera sentir tu aliento tan cerca y poder respirar el mismo aire tuyo.

Quisiera que en la noche miraras el inmenso cielo,
que tan solo en eso compartieras algo conmigo,
quisiera que no olvides el sonido de mi voz, ¡que no olvides quien soy yo!

   ¡Tantas cosas quisiera, mas solo no quiero olvidarte!

Ahí, en la Nada

Caricias que ahora se convierten en lagrima,

besos que saben a nada, esa nada que me gana,

esa nada que aguarda, me abriga y regocija.

Ahí en la nada, donde te desconozco,

donde las ganas de tenerte se hacen ausentes,

en donde tu piel ya no la adoro, 

donde el hoy se hace corto, y el mañana desfallece lentamente,

donde todo lo vivido se pierde, y todas tus esencias se hacen nulas.

A la deriva

No sé que hago buscándote cuando tú nunca saldrás a la deriva,

no sé porqué no puedo encontrar en otros ojos esa calma que me dabas,

Sigo muriendo en silencio, llevando al paso del tiempo fugaces recuerdos,

mis ojos tristes como un amanecer oscuro, cuentan,

que el tiempo no visita mi alma, desde que soltaste mis manos,

y las estrellas que admiraba, ahora golpean mi pecho,

me recuerdan el destello de tu piel.

Con tu manos marchitaste cada pétalo de rosa que buscaba florecer, 

ese triste fuego que ilumina el corazón cegó tu amor ,

esa canción que nos gustaba, dejó de latir en tu pecho,

desperté de ese cuento que envolvía mi semblante,

y nuevamente gané el miedo de no volver a verte,

de que al final consigas olvidarme como tanto ansiaste.

Inexperto y necio.

Pues claro, merezco esta pena, y tan solo es un grano de arena jugando a ser montaña majestuosa,
mis caminos son similares a las del hilo mas fino, y nuestros idiomas son tan distintos que siento ser extranjero de tus brazos.

Muy de tarde, muy de noche, descubrí que me habías soltado, percibí que tus manos se habían retirado de mi cuerpo y mente y te habías ido con el invierno acabado.

Me fui dedicando completamente a perder ocasiones de ser para ti perfecto, porque forcé conscientemente a mis labios para no caer al abismo de tus besos, cerré mi mundo haciéndolo mudo, y corte mis miradas al camino de tus ojos.

Aléjate sin buscarme, corre olvidándome, guarda el silencio para otro momento,
que grite tu corazón pisando fuerte los pocos momentos que pude regalarte.

Agarra coraje y que tu sombra oculte todos mis latidos que recorren por tu piel,
porque otro sendero ha de recogerte, y seras parte del ayer mas hermoso que alguna vez pude tener.

"He vivido creyendo que iba hacia innumerables trampas,
pero ahora sé que resultaron ser útiles armas".

Destino complicado.

"Sé, que tengo que volver a renacer, 

y que El guiando mis pasos me elevara hasta escuchar las canciones del cielo".

No regalé galones de esperanza, no azoté ni ápices de sentimientos, no salte ante la burda realidad,

no amé mas que a mi alma, ni arrincone secretos a mi habitación dedicadas a ti.

Entregado estoy a mi determinación, esclavo de la mas ilógica percepción del amor, peleando

noches amargas, días oscuros, fugaces momentos de locura, y eternas cicatrices que permanecerán intactas.

Parece no entenderme el destino, o quizás esté enojado conmigo, pues soy su mas acérrimo aliado, y a la vez su preferido enemigo, según lo discierno.

Parte de mi rebeldía aun busca tenerte, pero creo fielmente, que por ser insistente perderé por consecuente tu mirada afilada pero amorosa, y tus manos que alejaban mi tristeza a fronteras llenas de alegría inmensa.

¿Acaso tengo que torcer mis ilusiones por el bien tuyo? eso quiero, pero inútilmente. A mi defensa solo tengo; que mi vida fue comprada y mi fe restaurada. "Quizás necesites saber mas de lo que digo".

No podría enojarme nunca, si piensas que soy egoísta, tampoco reaccionaria diferente si noto que me odias,

pues si todo ocurre conforme a mis indicios, absolutamente a su tiempo sabrás que fue obra de otras manos.

Superior a mi es el que me ordena, y aun así indisciplinado siempre fui al correr con vendas en lugares luminosos. Solo anhelo que perdones mi pasado, si quieres aborrece mi presente, pero ojala ames mi futuro.