No sé que hago buscándote cuando tú nunca saldrás a la deriva,
no sé porqué no puedo encontrar en otros ojos esa calma que me dabas,
Sigo muriendo en silencio, llevando al paso del tiempo fugaces recuerdos,
mis ojos tristes como un amanecer oscuro, cuentan,
que el tiempo no visita mi alma, desde que soltaste mis manos,
y las estrellas que admiraba, ahora golpean mi pecho,
me recuerdan el destello de tu piel.
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