Fueron extensos caminos, con aventuras agobiantes,
transcurridos en días oscuros y noches brillantes,
ante esto, entre lineas se ponen de pie las verdades.
Ocultándome sigilosamente detrás del miedo iba caminando ciego,
súbitamente cuando la luz de tus luceros cayo, las lagrimas se izaron contra el viento,
y en tus ojos se disputó una lluvia sin precedentes.
Frente a frente, corazón a corazón, descubrí que en tus ojos había amor,
pero que la llama que iluminaba tu andar se atenuaba vorazmente.
Descubrí que podía amar, observando tu sutil mirada anhelando valentía.
no obstante, la noche lentamente iba llegando a su fin,
condenándome nuevamente al alba sin ventura,
y bajando al primer escalón de tu cielo,
no tuve mas consuelo que recitar un tétrico argumento.
Tus palabras fueron símiles, con designio y objetivo,
siendo entonadas como a un réquiem tu voz con mesura,
confuso y relegado a ser subalterno de tus deseos eternos he quedado.
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