¿Ir hasta el fin del mundo por ti, para qué? si ya me enviaste al fondo del abismo,
desfalleció el momento de verte, y aun así nunca me has visto de negro,
mas mi alma anda revestida y oscura, de luto y sin fruto,
no hablo y siento más de lo que sé expresar y eso me abruma.
Mi vergüenza fue una emoción desperdiciada,
y aquí aprendí que no hay lección ni final feliz,
¡NO HAY NADA! pues nunca me escuchaste musitar mi amor,
y así también, tu paisaje de sol se apagó con mi voz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario