Al mirar tus labios me ahogo en un suspiro, es que tu sonrisa, bella y traviesa, ingenua y perfecta,
es la que con sutil dulzura enmarca páginas nuevas a mi alma, y borra la inercia que emergía de la nada,
Eres simplemente esa paz inmensa que trae cautela a mis penas,
más que nadie, he sido aprendiz de tus encantos,
y mi pasión al compás viento, añora con tenerte en mis brazos,
mi canción te canto en desvelo, porqué anhelo alcanzar contigo el cielo.
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