Una vez, me habías preguntado que causaban tus besos en mi,
pues esta respuesta quizás se asemeje en lo más mínimo pero es lo que hay;
Tus húmedos labios trémulos rozando mis mejillas, ¡Qué maravilla!,
como una maquinaria malévola controlando todos mis sentidos, mis acciones y emociones,
¡Oh sí! completamente atado a las delicias de tus delirantes besos, besos sin piedad que recorren mi piel,
besos con anarquía, besos con armonía. ¡Sí, qué contradicción mas bella y mas certera!.
Pues me besas y disipas mis querellas, y ni te enteras, me alejas de la marea, mi barco esta a salvo,
mi cielo lleno de soles, al ser hoy tu hombre, la lluvia escapo hacia el norte.
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