Aún no tienes las llaves correctas a mi corazón,
no trates de forzarla, ni con ganas y esperanzas si es que la llave no es la adecuada,
pues aún te falta por recorrer, aún te falta por escuchar,
aún te falta por sonreír y llorar, aún te falta por aprender y enseñar.
Todas estas verdades han de llover en las hojas de nuestro destino,
busquemos nosotros ahora darle los rayos del sol,
con esfuerzo, entusiasmo, pasión y dedicación para que vayan creciendo.
No te apresures por desnudar mis secretos, porque con el tiempo la irás desvistiendo.
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